El Beso Arcoiris: La cúspide del placer y dolor
Juan Miguel es un fiel lector de diarios. Un riguroso hábito, en especial los domingos, que le quedó de su etapa de estudiante de Filosofía. Se aferra al papel para huir de la exposición prolongada de su móvil. Aunque tiene otra costumbre todas las noches: ver porno y masturbarse. Él tiene autocontrol con eso, sabe que es esporádico; mientras, espera a una compañera de sábanas que sea de mente abierta y le cumpla sus fantasías.
En el pasado, todo empieza bien con la amante de turno; pero en el camino Juan Miguel las deja porque al llevar al sexo a otros terrenos, ellas no acceden a sus intenciones más perversas. Él, por supuesto, es un caballero, y simplemente continúa su camino, pasa la página y tiene fe en que llegará el día de su mejor follada con la mujer indicada.
En una especie de monólogo, Juan Miguel se dice a sí mismo… Necesito besos con todos los fluidos. ¿Es mucho pedir? que yo beba de su sangre menstrual, ella de mi leche caliente y fusionemos nuestras bocas con lo más intímo de los dos. ¡Joder! La cojo como un salvaje con mi pija, luego me hacen un garganta profunda delicioso… y por qué no darme algo más que su concha o culo.
Bueno, son deseos que cumpliré con una mujer de preferencias versátiles, que sea una dama en la calle y mi puta exclusiva en la cama. Necesito hacerlo con alguien que vea este intercambio de mieles como algo novedoso y no una rutina más como lo haría una escort.
Un día domingo, en su acostumbrada lectura de prensa, se topa con un anuncio.
"CASTING"
“Se solicita hombre entre 35 y 50 años, diestro en los placeres de la cama y con mucha perversión. Soy mujer heterosexual, de 40 años, guapa, con educación y modales, espero lo mismo de tí, caballero.
Solo quiero una cita con sexo sin compromiso, que tengamos todas las medidas de seguridad, higiene y discrección. Pago en función de mis fantasías cumplidas. Si eres capaz de darme el beso arcoiris y otros besos sexuales, deja tus datos y fotografías de tu cuerpo a mi correo: suciasfantasías@diosaerotica.com.
El seleccionado se someterá conmigo a exámenes previos para corroborar que estamos saludables para la acción.
Abstenerse proxenetas, bisexuales, gigolos.“
Un silencio invadió a Juan Miguel, y se pregunta - ¿Por qué una mujer llegaría a estos extremos? ¿Será que es ella la chica que he estado esperando?
Tendré que averiguarlo y de paso aprobar los requerimientos de la dama.
En ese momento, busca su galería del móvil e intenta recuperar algunas fotografías que le enviaba a su ex Paola - la que casi lo hace ser papá, pero tuvo una pérdida a las 12 semanas. Un episodio doloroso para él y sin duda que aprovechó, para separarse y evitar cualquier tipo de compromiso - .
Una vez enviado todo por correo, pues, Juan se emociona y es la hora de jugar con él mismo, no tiene que ir muy lejos, en su galería abierta tiene una modesta cantidad de vídeos XXX caseros y es su refugio para excitarse, a falta de una concha húmeda y caliente. La faena con pausas puede durar al menos media hora y luego a dormir como un rey.
A media mañana, llega un buzón al correo - Buenos días, Juan Miguel, le escribe la asistente de Diosa Erótica, usted ha sido preseleccionado, por favor, es urgente que en la tarde vaya a la oficina en Valparaíso, más abajo le dejo el mapa con la dirección exacta.
Llegó a la hora acordada, habían otros 7 participantes con antifaces y separados en mesas individuales. Él era el último de la lista, eso le hizo pensar que era poco probable pasar las pruebas que estaban por venir.
Cuando Juan Miguel entra al recinto y ve a aquel monumento de mujer, pues quedó gratamente sorprendido. Diosa Erótica musita, - eres un tanto chaparro y no te imagino succionando mi vulva, quiero evaluar qué tan perverso y morboso puedes ser en 7 minutos -.
Él replica, ¿te dejarás llevar por lo que te proponga? Solo préstame tus labios de arriba y voy a recrear lo que haré en tu concha con mi lengua y mis manos, es probable que el tiempo se te haga eterno o corto, según lo que sientas. Yo, además, pongo otras condiciones, sin caricias ni contacto físico, solo jugaran nuestras bocas.
Pues, ella se quedó sorprendida, llevaba media hora lidiando con cachondos y teniendo que ver penes sin su consentimiento. A todas estas aceptó y se ha sumergido en un vaivén de sensaciones con el modesto lector de prensa.
Una vez pasados los 7 minutos, ni más ni menos de lo acordado, Juan Miguel paró, ahora la cachonda era ella. Con disimulo y ocultando su calentura, llama a su asistente: por favor, agenda la cita con la bioanalista en media hora, recuerda que estamos contra el reloj.
Juan Miguel, asombrado, no podía creer que hubiese pasado la prueba. Tuvo que ir al baño a pajearse porque la faena de 7 minutos lo dejó con ganas de más. Se imaginaba las tetas en su boca y todo lo que esa hembra le provocaba desde que la vio por primera vez.
La misteriosa mujer le toca la puerta, hey, mañana aquí a primera hora, nos haremos los exámenes y vente preparado, porque no tengo tanto tiempo como crees. El asunto de las horas y lo apresurado de todo le hacía ruido a Juan Miguel; sin embargo, él responde, cuenta conmigo.
Una vez comprobada la salud sexual de ambos, Diosa Erótica y Juan Miguel se van con el chófer de ella a un lugar recóndito. En el contrato firmado dice 12 horas de sexo con pausas e hidratación.
Él, al llegar, no quiso perder el tiempo… ¡Vente! que ando como lobo hambriento y quiero lamer tus tetas, Diosa erótica se deja llevar por la morbosidad de su caballero. Ambos se dan un beso apasionado y todo se transforma en lujuria y placer.
Él nota que ella está menstruando, pues, sentía el flujo y las contracciones de su vagina con cada uno de sus orgasmos. El goce pleno vino cuando Juan abrió el camino para saborear su clítoris y solo decía, lo soñaba mi Diosa, quiero convertirme en tu vampiro.
Ella, en medio de la explosión y éxtasis dice, lo supe desde que te vi. Eres el chaparro más morboso y con la verga más rica que he probado en toda mi vida. Anda, dame tu leche caliente y vamos por nuestro deseo más anhelado.
Juan Miguel le cumple el deseo y la llena toda de su rico manjar, ella sube a él y con las miradas de morbo se besan al estilo francés, el contraste de sabores y aún con los ojos cerrados, pueden sentir la fusión de su semén con la sangre de ella. Escenario digno de la imaginación del Marqués de Sade.
Ha culminado la faena y sus miradas demuestran ganas de repetir el encuentro. La Diosa Erótica se despide con un abrazo, Juan Miguel, en serio… no me tienes que pagar, quiero verte de nuevo.
Ella le dice, lamento no haberte conocido antes mi Chaparrito. Gracias por hacerme feliz en mis últimas horas de vida. Él se queda con el corazón roto. Se entera que ella tiene una condición cardiaca incurable y que no existe un marcapaso para ello…
Por favor, no me lo hagas más difícil, ¡vete! Mañana mi asistente te llevará un cheque. Te exijo como última voluntad que no lo rechaces, de nada me ha valido tener todo el dinero del mundo, si no puedo comprar la cura al mal que me aqueja.
-FIN-